Con una convocatoria de 600 invitados se inauguró oficialmente la nueva flagship store de C&A en plena Gran Vía madrileña. Aunque la tienda abrió sus puertas en plena temporada de rebajas, ha sido ahora cuando a tocado el fiestón por todo lo alto. Para ello, decidieron contar con una madrina de lujo de en concordancia con la nueva imagen que quiere transmitir la marca, que tuviera imagen y tirón entre las blogeras,  y que al mismo tiempo hiciera la veces de Dj: Bimba Bosé.

Alba Galocha, tan mona como popular, encabezó el desfile con la colección de esta temporada. Y cómo en todo desfile me veo obligado a colarme en los vestidores para mostrarte más de cerca eso a lo que pocos tenemos acceso. Para mi sorpresa, mientras hacía una foto ví que se colaba en el encuadre una persona, ¡era Marta Rodríguez!, una profesional en toda regla con quien unos días antes había trabajado en un corto. Nos echamos unas risas y la dejé con su curro que el desfile estaba por comenzar.

Al ritmo que Bimba marcaba, las y los modelos desfilaron utilizando las escaleras eléctricas como extensión de la pasarela haciéndola interminable y dándole un estilo casual, similar al de cada una de las prendas de la colección. En palabras de Bimba, la colección ClockHouse «ofrece una moda grunge rock. Es la inspiración de una mujer joven que capta el pulso de la calle, que es casual chic, con mucha personalidad y un toque sexy rockero».

Tras el desfile vino un apagón en medio del cual aparecieron más de 600 copas verdes neón que fueron repartidas entre los invitados mientras comían y bailaban al ritmo del Dj y productor Liuguii Nieto poco antes de abrir las puertas de la tienda al publico en general que esperaba impaciente en la calle ya que las pantallas de la plaza del Callao transmitían en streaming todo lo que transcurría dentro. Otras pantallas, las de la misma tienda, mostraban los twitts de los invitados.

Durante el cocktail me encontré con Miguel Cazorla y Aaron Cobos, estrellas de los grandes musicales de la Gran Vía y grandes maestros del arte de hacerse amigos de las camareras para que ninguna bandeja deje de pasar primero frente a ellos. Así, entre copas fluorecentes y hamburguesas diminutas recorrimos las tres plantas para ver los modelitos y los precios. La tienda a quedado chulísima, la iluminación es perfecta y los precios a la mano de todos. ¿A que estás esperando para darte una vuelta por C&A de Gran Vía 48?