Nunca me ha gustado el cine pretencioso. Ninguna otra expresión artística ni la gente pretenciosa tampoco. Por eso resulta revitalizante encontrar una película como Marsella, que cuenta una historia...
Era un viernes cualquiera, de esos que no sabes muy bien si descansar, ir al gym, poner en orden el armario o ir al estreno World War Z de la última peli de Brad Pitt. Si, ya sé que lo de la peli suena...